Bienvenidos al blog de nuevo, me encantaría hoy hacer una mención especial a los animales domésticos. Es una pena tener que conocer a los animales más bellos de la naturaleza tras fortalezas de hierro que les privan de la libertad que les hace tan hermosos en, por ejemplo, circos y zoos mundiales, pero, también es cierto que es una pena tener que sobrellevar cada día la carga de haber abandonado a tu mascota en la esquina de la calle o quizás, incluso, haber sido testigo del maltrato o la matanza de algún animal doméstico de algún amigo o conocido. Por eso es muy importante que si alguna vez se percatan de un maltrato o algún tipo de irregularidad en cuanto a animales domésticos, han de manifestarlo y llamar rápidamente a la protectora de animales.
Todos los años y desde hace mucho tiempo los seres humanos convivimos con animales, sobretodo, perros y gatos. Al convivir con fauna, debemos acostumbrarnos y comprometernos a proporcionarle siempre al animal todo aquello que sea necesario para su buen desarrollo y para su felicidad. Si una persona se compromete a tener vida, ha de mantenerla, quererla, cuidarla y respetarla, sino tiene la opción maravillosa de no tener consigo un animal.
A su vez he de decir, que hay cierto tipo de animales que no están hechos para vivir en un piso o cualquier tipo de domicilio humano. Hay animales como podrían ser monos, cocodrilos, caimanes o leones, que no se pueden mantener en un lugar así, no solo por el espacio que no se tiene sino por la comida y el ambiente en el que ese animal ha de desarrollarse.
Es bien cierto que esto es una monada y que dan unas ganas enormes de llevárnoslo a casa y tenerlo con nosotros por un tiempo, pero también es bien cierto, que el animalito crece y se convierte en algo así como en la imagen de abajo; este animal ya no lo podemos mantener en casa, no solo por el espacio que ocupa y las necesidades que tiene, que no puedes cubrirlas, sino también por el dinero que se necesita para mantener un animal así en un ¨hábitat¨ parecido al suyo, que tampoco lo tienes, o no lo tiene casi nadie en el mundo.
Los animales domésticos; tortugas, hurones, gatos, perros, peces, conejos, hamsters, perros, jerbos, cobayas, pajaritos o incluso serpientes y tarántulas, son animales que más o menos se han adaptado, o los hemos hecho adaptarse a nuestra forma de vida, o simplemente son animales que no se dan mucha cuenta de si están en una jaula o están en un hueco en la pared en la selva, vale, nos los traemos al piso, pero jamás, de forma directa o indirecta debemos dejar que estos animales acaben de mala manera o de cualquier forma que no sea un buen estado de salud. No maltrate ni deje que nadie maltrate animales, en su casa menos, y si decide tener un animal, sea consciente de todo lo que necesita y requiere para una vida sana, larga y feliz; Suerte.
Todos los años y desde hace mucho tiempo los seres humanos convivimos con animales, sobretodo, perros y gatos. Al convivir con fauna, debemos acostumbrarnos y comprometernos a proporcionarle siempre al animal todo aquello que sea necesario para su buen desarrollo y para su felicidad. Si una persona se compromete a tener vida, ha de mantenerla, quererla, cuidarla y respetarla, sino tiene la opción maravillosa de no tener consigo un animal.
A su vez he de decir, que hay cierto tipo de animales que no están hechos para vivir en un piso o cualquier tipo de domicilio humano. Hay animales como podrían ser monos, cocodrilos, caimanes o leones, que no se pueden mantener en un lugar así, no solo por el espacio que no se tiene sino por la comida y el ambiente en el que ese animal ha de desarrollarse.
Es bien cierto que esto es una monada y que dan unas ganas enormes de llevárnoslo a casa y tenerlo con nosotros por un tiempo, pero también es bien cierto, que el animalito crece y se convierte en algo así como en la imagen de abajo; este animal ya no lo podemos mantener en casa, no solo por el espacio que ocupa y las necesidades que tiene, que no puedes cubrirlas, sino también por el dinero que se necesita para mantener un animal así en un ¨hábitat¨ parecido al suyo, que tampoco lo tienes, o no lo tiene casi nadie en el mundo.