Me gustaría honrar en este día 2 de junio, al animal que en mi opinión, es el más perjudicado, a la vez que adorado en España.
El Cerdo.
El cerdo es un animal del que nos podemos alimentar casi totalmente.
Me gustaría honrar este día a este animal tan peculiar porque creo que todos los animales de los que nos alimentamos, porque es inevitable no alimentarnos de otras especies, merecen un respeto y un reconocimiento ya que nacen prácticamente para morir y convertirse en nuestra comida.
Al “dar“ su vida por nosotros, creo que lo mínimo es tratarles como se merecen. Y con un mínimo de integridad que es necesario para no convertirnos nosotros mismos en las peores bestias de la naturaleza.
El camino del cerdo comienza aquí:
Ya con sólo unos pocos meses, se ha convertido en una criaturita muy mona, con un hocico realmente peculiar, que se reconoce en todo el mundo. No se sabe si este pequeño tendrá la “suerte“ de crecer engordando en el campo, tranquilo y apacible, dando pequeños paseos por las tardes y comiendo bellotas por las mañanas, o crecerá y le meterán en una enorme granja que de lo único que se preocupa es de que el cerdo coma, engorde, lo maten y pueda entrar otro cerdo en la celda para poder ganar con ello 50 euros más.
Digamos que también podría tener la suerte o la desgracia de que lo maten en apenas unos segundos o en unos cuantos días, cuando su tamaño sea lo suficientemente grande como para que se pueda servir asado en una bandeja. De este pequeño no podremos obtener embutido ni una pata de ese jamón de bellota español que tanto nos caracteriza, sólo con él podremos sacar que una familia acabe con la tripa bien llena y un sabor en la boca a muerte mezclado con todo lo que te aporta un buen plato de proteína y grasa animal.
Es cierto que si nos educaran a todos desde un principio, enseñándonos que los animales son amigos y no comida, el mundo sería mejor y todas las especies podrían convivir más o menos en una armonía casi absoluta. No manipularíamos tanto la naturaleza como lo hacemos y hasta incluso nos sentiríamos mejor con nosotros mismos. Pero la realidad es que es mundo es como es y la situación está como está ahora y siempre ha estado. Todo lo que hacemos está bien y mal según como se mire todo, pero lo que es verdad es que no podemos comportarnos como si los dueños del mundo fuésemos nosotros, no.
El resultado final de esto, es así:
Sigamos por el sendero, el proceso es largo, y más si se trata con calma a los animales y se les deja crecer con amor y tranquilidad, espacio, tiempo y comida. En un entorno en el que puedan correr y relacionarse con otros cerdos, tal como estos:
Aunque no siempre tienen esta suerte, también existen antros horribles, dirigidos por bestias sin alma. Con los que no estoy nada de acuerdo. En los que tienen a los ejemplares encerrados en celdas en las que apenas caben, tumbados en el suelo sin poderse mover, para no parar de engordar. En algunos incluso son azotados y maltratados. Si no sois especialmente sensibles, mirad este video como ejemplo:
Tras engordar:
El matarife(en las matanzas de los pueblos) va provisto de un gancho con el cual engancha al cerdo por la mandíbula y lo lleva hasta el banco de madera. Junto con el matarife con su cuchillo se sitúan: quienes sujetan al animal con unas cuerdas; y varias mujeres y niños con cubos para recoger la sangre —que se empleará posteriormente en la elaboración de las morcillas— y dotados de cucharas para removerla para evitar que se cuaje. El cerdo chilla desesperadamente durante esta fase y puede oirse desde lejos. Es muy importante para conseguir una buena calidad final de los productos del cerdo el adecuado drenaje de la sangre del animal.
Finalmente y tras un proceso de curado el resultado es delicioso.
Por lo menos aquí he podido dejar constancia más o menos resumida de lo que significa comer jamón serrano, y todo lo que provenga de este animal e incluso, de otros.
QUE VIVA EL CERDO.
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